sábado, 17 de enero de 2009

Quattrocento (s. XV)



MASACCIO, TOMMASO DI DER GIOVA MONE CASSAI (Florencia 1401-1428)

Masaccio aporta un elevado interés hacia la perspectiva científica al dotar de un nuevo sentido del espacio a sus composiciones, la expresión de sus personajes y el empeo de la iluminación, que transmiten a sus obras un lenguaje crucial para la evolución de la pintura renacentista, considerándose como el primer maestro del Quattrocento, que influiría en artistas como Botticelli, Filippino Lippi o Miguel Ángel.

Frescos de la Capilla Brancacci en la Iglesia de Santa María del Carmine de Florencia (1424-1428)
Una de las joyas del Renacimiento, decorada con frescos de Masolino, Masaccio y Filippino Lippi, dedicados a la vida de San Pedro.
Llamada la "Capilla Sixtina del primer Renacimiento" por su ciclo de pinturas, que se encuentran entre las más famosas e influyentes de la época.
El tema del ciclo es la salvación de la Humanidad operada por Jesucristo a través de Pedro. A modo de premisa de las historias de Pedro, están los frescos dedicados al Pecado Original y Expulsión del Paraíso.
Las fuentes son los Hechos de los Apóstoles y La Leyenda dorada de Jacobo de la Vorágine, para las pinturas relacionadas con San Pedro, los Evangelios, para el fresco de El tributo, y el Génesis, para las dos escenas de Adán y Eva.

El Tributo
Se narra la llegada de Jesús con sus apóstoles a Cafarnaum, recogida en el Evangelio Según San Mateo, en tres episodios dentro de la misma composición: en el centro contemplamos al recaudador solicitando el tributo a Cristo y éste indicando a Pedro que en agua encontrará el dinero; en el fondo, a la izquierda, observamos a San Pedro sacando una moneda de la boca de un pez; y en la derecha el pago del tributo ante una construcción.
Las figuras del grupo principal se sitúan en un paisaje, formando casi un círculo y vestidas a la manera griega. Su monumentalismo está inspirado en las estatuas clásicas y en las obras de Donatello por las que Masaccio sentía especial admiración. Conviene destacar la expresividad de los rostros, que aportan una tremenda sensación de realismo, reforzada por los gestos. Al ubicar al recaudador de espaldas, el maestro intenta involucrarnos en la escena y hacernos partícipes del episodio. La luz inunda la composición, resaltando los colores empleados -que también sirven para dar efecto de perspectiva a la obra colocando los más cálidos en primer plano y los más fríos al fondo- y el efecto volumétrico de los personjaes, interesándose Masaccio por la anatomía, como se observa en las piernas del recaudador mientras que los apóstoles ocultan sus cuerpos bajo pesadas túnicas. La arquitectura de la derecha es aún algo arcaica pero sirve para obtener perspectiva. Esta obra será de referencia para pintores de la siguiente generación como Paolo Ucello, Domenico Veneziano o Piero della Francesca.

Expulsión del Paraíso
La escena está cargada de dramatismo, destacando los rostros de ambos personajes y la actitud de Adán al llevarse las manos a la cara, así como la dureza y sequedad del paisaje por donde se encaminan las figuras. Sus cuerpos desnudos están inspirados en las estatúas clásicas y en las obras de Donatello, interesándose por los efectos anatómicos y volumétricos a través de la iluminación empleada.











La Trinidad (1425-1428)
Fresco de la Iglesia de Santa Maria Novella de Florencia
Frente a la imagen plana del Gótico italiano, que bloquea la mirada sobre la superficie a través del fondo dorado, lo que Masaccio y los pintores de su generación planteaban era abrir una ventana imaginaria sobre una supuesta realidad pictórica.
En este cuadro se hace uso por primera vez de la teoría de la perspectiva; se finge abrir una capilla real, con su altar y todo, donde tiene lugar ante el fiel el misterio de la Santísima Trinidad.
La pintura puede leerse en sentido vertical ascendente, como la ascensión hacia la salvación eterna, desde el esqueleto (símbolo de la muerte) hasta la Vida eterna (Dios Padre) pasando por la oración (los donantes o comitentes), la intercesión de los santos (San Juan y la Virgen), y la redención (Cristo crucificado).
El uso que hace Masaccio de la perspectiva hace que la composición sea un auténtico trompe l'oeil o trampantojo que hace parecer que el muro está efectivamente perforado.





MASOLINO DA PANICALE (Panicale in Valdarno 1383-1440)

Frescos de la Capilla Brancacci en la Iglesia de Santa María del Carmine de Florencia (1424-1428)
La tentación (1424-1425)
Felipe Brancacci decidió decorar la capilla patrocinada por su familia y eligió a Masolino para que iniciara los trabajos en 1424, decorando la zona superior, colaborando al año siguiente con Massacio para después abandonar el encargo al trasladarse a Hungría.
El maestro ha seguido la iconografía tradicional, colocando a los primeros padres junto al árbol donde se encuentran las manzanas, apreciándose la serpiente enrollada en él. Las dos figuras aparecen desnudas, sin existir un extraordinario interés por la anatomía si bien se trata de figuras volumétricas. Sus miradas y gestos son serenos frente al dramatismo de La Expulsión, pintada por Masaccio en la pared de enfrente.









FRA ANGELICO. GUIDO DI PIETRO DA MUGELLO (Vicchio di Mugello 1390-Roma 1455)
Guido di Pietro, que tras entrar en la orden de los dominicos recibió el apelativo de Fra Giovani da Fiesole, artísticamente conocido como Fra Angelico.
En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al Convento de San Marcos de Florencia. Fra Angelico pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La Crucifixión, Cristo peregrino y La Transfiguración.
Fra Angelico combinó la elegancia decorativa del gótico con el estilo más realista de los maestros del renacimiento, como el pintor Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, y aplicó también las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra.
Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer renacimiento.

La Crucifixión (1441-1442)
Convento de San Marcos de Florencia
Situada en la pared del fondo de la sala capitular, lugar donde se reunían a diario los frailes dominicos, con lo que la figuración de la Crucifixión parece el motivo más convincente para la contemplación y educación en las Santas Escrituras de todos los habitantes del convento.





La Anunciación (1445)
Museo del Prado, Madrid
Obra realizada para el convento dominico de Fiesole.
En esta delicada tabla podemos apreciar como tema principal la Anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María. Se puede contemplar una escena secundaria que muestra el momento de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. Las dos escenas se conjugan fingiendo que Adán y Eva se encuentran en el exterior del mismo ámbito, en el jardín al que se abre el pórtico donde la Virgen recibe al arcángel. Esto es un recurso que utiliza el fraile para simbolizar el pecado original cometido por Adán y Eva, y su redención en la tierra, que es la encarnación de Cristo en María. Así nos cuenta simultáneamente el principio y el final del Antiguo Testamento, al tiempo que anuncia el Tiempo Nuevo, tras la venida de Dios a la tierra. Fra Agelico establece una jerarquía de tamaños para establecer un orden temporal: las figuras más pequeñas son las más remotas en el tiempo; as mayores son las más cercanas así como las más importantes en la acción. El marco arquitéctonico en el que se desarrolla no es más que una mera referencia espacial, que se ve desbordada por las propias figuras: si la Virgen se pusiera en pie no cabría en la estancia. Las columnas son funcionalmente imposibles, porque sus fustes son demasiado delgados para sostener el techo. Los colores, la elegancia de la habitación es una alusión a un marco refinado, principesco y tocado por la divinidad, el único posible para el misterio de la concepción de María. También los riquísimos ropajes que llevan el arcángel y la Virgen remiten a una imagen noble de los personajes. La iconografía de la Anunciación es la característica de la época: el arcángel que desciende a la presencia de María, quien le recibe temerosa pero con sumisión al mandato divino -de ahí la pose-; entre la Virgen y el arcángel hay un jarroncito con nardos blancos, símbolo de su virginidad. La mano de Dios asoma desde el cielo para enviar en un rayo dorado a la paloma del Espíritu Santom hasta el oído de María, siendo éste el momento de la concepción de Jesús.


DOMENICO VENEZIANO (Venecia? 1400-Florencia 1461)
Nacido probablemente en Venecia, aunque se encuentra vinculado a la escuela florentina. Realizó grandes aportaciones al manejo del color en el Renacimiento.


FRA FILIPPO LIPPI (1406-1469)
Influido por Masaccio, del que este pintor del Quattrocento fue el discípulo más directo. Sobresale por la originalidad del paisaje y la elegancia nerviosa en el dibujo, que influyó decisivamente en Botticelli.


PAOLO UCELLO (Florencia 1397-1475)
Considerado el maestro del Quattrocento más preocupado por la perspeciva.


PIERO DELLA FRANCESCA (Borgo de San Sepolcro 1416-1492)

Bautismo de Cristo (1448-1550)
National Gallery de Londres
Es la parte central de un tríptico, destinado al altar central de la Iglesia de San Juan en Borgo San Sepolcro. Las otras partes del retablo se conservan hoy en la catedral, obra de Matteo di Giovanni.
La figura de Cristo se sitúa en el centro de la composición, recibiendo el agua bendita de san Juan Bautista; sobre su cabeza encontramos la paloma del Espíritu Santo y bajo sus pies las aguas del río Jordán.
Tres figuras aladas se sitúan junto al árbol; han sido identificadas como los ángeles que acompañaban a Cristo en su bautismo pero no portan las vestiduras no los elementos típicos, interpretándose como una alusión a la Concordia entre las Iglesias occidental y oriental que llegaron a acercamientos en el Concilio Ecuménico celebrado en Florencia en 1439. Esa hipótesis se refuerza con los atuendos orientales de los personajes que se aprecian tras el catecúmeno que se despoja de sus ropas.




Frescos de la Capilla Bacci en la Iglesia de San Francisco de Arezzo (1452-1466)

La leyenda de la cruz (en italiano conocido como Leggenda della Vera Croce), es un ciclo de frescos considerado una de las obras maestras de toda la pintura renacentista, tanto por la claridad de su composición como por su admirable luminosidad colorista.

La Vera Cruz o Santa Cruz es la cruz en la que se cree fue ejecutado Jesús de Nazaret; dentro del cristianismo se la considera una reliquia de primer orden.

Se cuenta la historia de la Cruz, desde que era una ramita a Árbol de la Sabiduría; su madera se usa en un puente ante el que se arrodilla la reina de Saba, hasta su descubrimiento por Santa Elena, la madre de Constantino, primer emperador cristiano.

I episodio: La muerte de Adán
Adán moribundo; Set, su tercer hijo, encuentra al arcángel Miguel al las puertas del Paraíso que le da una ramita del Árbol de la Vida, proveniente del jardín del Edén, para que la plante en la boca de Adán después de su muerte y de esta manera redimir el pecado original.

II episodio: La adoración del Árbol Sagrado por la reina de Saba y el encuentro entre Salomón y l la reina de Saba
La reina de Saba se arrrodilla ante un puente sobre el río Siloé, se arrodilla al reconocer la madera del árbol de la Cruz y rehúsa avanzar. La reina predice que un puente hecho del Árbol de la Sabiduría se utilizará para crucificar al más grande de los reyes y de esa manera desmembrará el reino de los judíos. A la derecha se ve la adoración del puente por la reina de Saba y, a la derecha, como la reina es recibida en el palacio de Salomón, quien estrecha su mano. Este fresco puede verse como un deseo de unión entre las iglesias ortodoxa y occidental en el siglo XV.

III episodio: Arrancamiento y entierro del Árbol Sagrado
Salomón cree que "el más grande de los Reyes" es él, por lo que hace arrancar y enterrar el puente hasta que los romanos lo encuentran.

IV episodio: La Anunciación
La muerte de Cristo anunciada en la forma de cruz de la tabla.

V episodio: El sueño de Constantino
En él ve la Cruz y una voz le dice: "Bajo este signo vencerás", incitándole así a derrotar al paganismo.

VI episodio: Victoria de Constantino sobre Majencio en Puene Milvio
Con la cruz en su escudo, derrota al enemigo y más tarde se convierte al Cristianismo.

VII episodio: Tortura del hebreo Judas Levita
La emperatriz Elena de Constantinopla (madre de Constantino) sometió a interrogatorio a los judíos para que confesaran cuanto supiran del lugar en el que Cristo había sido crucificado.
Después de conseguir esta información, la llevaron hasta el supuesto monte de la calavera (el Gólgota), donde el emperador Adriano, 200 años antes, había mandado erigir un templo dedicado a la diosa Venus.

VIII episodio: Descubrimiento y prueba de la Vera Cruz
Hacia el año 326 la emperatriz hizo demoler el templo de Venus que se encontraba en el Monte Calvario y excavar en aquel lugar, en donde encontró tres cruces: la de Jesús y la de los dos ladrones. Como era imposible saber cúal de las tres cruces era la de Jesús, Elena hizo traer un hombre muerto, el cual, al entrar en contacto con la cruz de Jesucristo, la Vera Cruz, resucitó.
La emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el lugar del hallazgo un fastuoso templo, la llamada Basílica del Santo Sepulcro, en la que guardaron la reliquia.

IX episodio: Batalla entre el emperador bizantino Heraclio y Cosroes II
Derrota y decapitación de Cosroes, que había robado la Cruz.
En el año 614, el rey persa Cosroes II tomó Jerusalén y, tras la victoria, se llevó la Vera Cruz y la puso bajo los pies de su trono, como símbolo de su desprecio a a religión de los cristianos.
El emperador bizantino Heraclio lo venció definitivamente en el año 628.
 
X episodio: Exaltación (o restitución) de la Cruz
Regreso de la Cruz a Jerusalén el 14 de septiembre del 628, día señalado en los calendarios litúrgico como el de la Exaltación de la Vera Cruz.

XI y XII: El profeta Jeremías y el profeta Isaías
No parecen ser parte del ciclo narrativo.

Retrato de Battista Sforza y Federico de Montefeltro (1472)
(Díptico de los Duques de Urbino)
Galeria de los Uffizi, Firenze
Uno de los primeros retratos renacentistas.
Los dos perfiles quedan frente a frente sobre un paisaje idealizado y en perspectiva. Esta colocación de las figuras en una posición sobreelevada con un amplio paisaje en el fondo no tiene precedente en la pintura italiana, sino que es una clara influencia flamenca.





En el reverso; a la izquierda, el duque coronado por la Victoria; a la derecha, la duquesa llevada por unicornios.










BELLINI, GIOVANNI (Venecia 1424-1516)
Sus principales discípulos fueron Giorgione, Tiziano y Sebastiano del Piombo.

Sacra Conversación (Retablo de San Giobbe) (1487)
Galería de la Academis de Venecia
Se realizó para la iglesia de San Giobbe, donde estaba enmarcada en mármol. Tiene como tema la "conversación sagrada", con una reunión de santos en torno a la Virgen con el niño en brazos. A la derecha se distingue un San Sebastián. A los pies de María hay unos ángeles músicos. El marco arquitectónico en el que se desarrola es una bóveda de cañón con artesonado. Al fondo hay un ábside circular.
La luz que baña el cuadro arranca reflejos dorados de los mosaicos, dejando otras zonas en penumbra. Esta típica luz de Bellini envuelve los volúmenes y humaniza la escena representada.









Retrato del Dux Leonardo Loredan (1501)
National Gallery de Londres
Obra que destaca por su fuerza expresiva y el realismo que destila la figura, a pesar de su hieratismo. El modelo aparece con la capa y sombrero de ceremonia, confeccionados ambos en damasco -nuevo material procedente de Oriente- con decoraciones en hilo de oro. Bellini ha conseguido crear el efecto brillante y rugoso de la tela de manera perfecta. 












SIGNORELLI, LUCA (Cortona 1445-1523)
Uno de los grandes maestros de la llamada Escuela de Umbría.
Aventajado discípulo de Piero della Francesco, de quien aprendió su tratamiento de la perspectiva.

Frescos de la capilla San Brizio de la catedral de Orvieto
Juicio Final (1499-1502)
Cargado de dramatismo y tensión en la zona de condenados que aquí se aprecia. Los demonios con forma humana torturan o atan a los condenados que se retuercen de dolor y de angustia, escena observada por ángeles con corazas en la zona superior del arco. La perspectiva ha sido interpretada a través de la masa humana desde la anatomía se convierte en protagonista absoluta, inspirada en el mundo clásico, acentuándose los músculos en tensión gracias al empleo de una luz fuerte. La sensación de movimiento es también protagonista, resultando una obra sólo superable por el Juicio Final que Miguel Ángel pintó en la Capilla Sixtina, influida sin duda por esta imagen de Signorelli.




PERUGINO, PIETRO (Città delle Pieve 1448 - Fontignano 1523)
Otro de los discípulos de Piero della Francesca


PIERO DI COSIMO (Florencia 1461-1521)

Simonetta Vespucci, Cleopatra (1500)
Museo Condé de Chantilly
Uno de los más destacados representantes de la brillante tradición de retratistas florentinos que surgieron a finales del s. XV. Se caracterizaban por representar a las más egregias damas de perfil y de medio cuerpo, como este retrato de Simonetta Vespucci, amor platónico de Guiliano de Médicis, representándola de perfil con los pechos desnudos. Los especialistas consideran que se trataría de una alegoría de la belleza, ya que en siglo XV era casi inimaginable la representación del retrato de una dama con los senos al descubierto.









GIORGIONE. GIORGIO DA CALTELFRANCO (Venecia 1477-1510)
Su obra ha sido discutida, arrebatada cuadro a cuadro a la autoría de Tiziano, a quien se consideró autor de muchos lienzos que más tarde se descubrieron realizados por Giorgioe. La mayor innovación de Giorgione estriba en que fue uno de los primeros pintores de su época en dedicar su producción al coleccionista particular, en vez de a grandes instituciones o mecenas.
Giorgione representó para la escuela veneciana un avance similar al de Leonardo da Vinci en la Toscana veinte años antes, superando la rigidez arcaica y dotando a la pintura de mayor libertad en colores y temática. Fue la entrada del Cinquecento en la república veneciana.
Tuvo enorme influencia en sus contemporáneos y en sus inmediatos sucesores de la escuela veneciana, como Tiziano y Sebastiano del Piombo.

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